Saltar al contenido

Análisis Químico de las Aguas del Río Atoyac

VERÓNICA MASTRETTA GUZMÁN

Consejera de Dale la Cara, A.C.

​El 4 de Diciembre de 2015 se realizaron cuatro muestreos en dos puntos del río Atoyac en el tramo que cruza la ciudad de Puebla: el primero en la Constancia, donde se unen el Atoyac y el Zahuapan, y el segundo en el Ecoparque Metropolitano, a la altura de Cúmulo de Virgo. Se presenta aquí un breve resumen de los resultados de tales muestreos realizados por la organización Dale la Cara, A. C.

Para hacer este texto más comprensible, puede decirse que si el tramo del río al que se hace referencia fuera una persona, estaría al borde de la muerte. Sufriendo para respirar, relataría varias veces al día cuando los indicadores de oxígeno disuelto en el agua bajan a cero y una parte de su cerebro ha muerto con cada descarga y dejaría secuelas irreversibles en su organismo. Sus riñones e hígado estarían al borde del colapso por la cantidad de metales pesados imposibles de procesar.

Tendría un sistema digestivo colapsado por los parásitos y una enorme colonia de cisticercos en el cerebro y en el hígado. Las venas de su cuerpo estarían tapadas por grasas muy por encima de los niveles de colesterol con los que un ser humano puede vivir, además de haber ingerido grasas derivadas de productos del petróleo que también lo estarían envenenando. Sufriría los síntomas de una persona que se ha intoxicado con cianuro y tendría enfermedades degenerativas y cerebrales producto de la ingesta de plomo y otros metales que producen síntomas de locura o retraso mental irreversible.

Si el río permaneciera con los parámetros obtenidos en las muestras tomadas los días 4 y 5 de diciembre de 2015, estaría muerto. La diferencia entre una persona muerta y un río muerto es que los ríos pueden ser resucitados. Hay cientos de pruebas exitosas de esta afirmación en el mundo.

Los monitoreos

En las muestras se buscaron y monitorearon contaminantes contemplados en la Declaratoria de Clasificación para los Ríos Atoyac-Xochiac (Hueyapan) y sus Afluentes. Los indicadores de las principales fuentes aportadoras de grasas y aceites arrojaron resultados por encima de la norma. Dichos contaminantes provienen de usos domésticos, talleres automotrices, rastros, procesadoras de carnes y embutidos (Central de Abasto) así como de las industrias del petróleo, cosmética y farmacéutica.

​Es importante destacar que las descargas domiciliarias o asimilables a éstas, así como las descargas clandestinas no asimilables a descargas municipales, cuando son vertidas a los colectores de la ciudad y luego al río sin el tratamiento adecuado, constituyen violaciones a la norma, debido a los efectos provocados por detergentes y artículos de limpieza, una carga orgánica excesiva y residuos de las descargas clandestinas provenientes de giros comerciales e industriales.

Así pues, existen graves incumplimientos a la NOM/01 y a la mencionada declaratoria en materia de parámetros aceptables para descargas en cuerpos de agua. La mezcla de aguas residuales domiciliarias con las procedentes de industrias y comercios no asimilables a descargas municipales hace prácticamente imposible el funcionamiento de las plantas de tratamiento existentes.

Los efectos que dichas descargas provocan se resumen en los siguientes:

  • Bioconcentración de materia orgánica fuera de norma.
  • Falta de acceso del oxígeno a la masa de agua, como consecuencia de la espuma.
  • Falta de oxígeno disuelto en el agua.
  • Aumento de la toxicidad con 3,4-benzopireno, contaminante de enorme acción cancerígena.
  • Residuos de polifosfatos generados por los detergentes.
  • 24,000/1,000 de coliformes, 23 veces por encima de la norma.

Sumados al indicador de coliformes, se puede encontrar gran variedad de otros parásitos y organismos patógenos, tales como estreptococos, huevos de nematodos y amibas.

Descargas industriales

Según el tipo de industria se producen distintas clases de residuos. En los países desarrollados muchas industrias poseen eficaces sistemas de depuración de las aguas, sobre todo las que producen los contaminantes más peligrosos, como metales pesados y tóxicos, así como ácidos o alcaloides que alteran el pH permitido por la norma que regula una descarga hacia cuerpos de agua. En algunos países periféricos la contaminación del agua por residuos industriales es muy grave.

Las industrias mexicanas están obligadas por ley a tratar sus aguas para alcanzar los parámetros permitidos por la NOM/01. Lo que sucede en la cuenca alta del Balsas, sus ríos y arroyos tributarios —en este caso, en el río Atoyac— es un brutal incumplimiento de la norma por parte de todo tipo de industrias. Los indicadores hablan por sí mismos y en su interpretación no hay lugar para la subjetividad.

Diversos ejemplos de los residuos que vierten las industrias en parámetros por encima de la norma en el cauce del Atoyac se enumeran en la tabla 1.

Algunas de las sustancias contaminantes que producen las industrias de acuerdo con su actividad específica se enumeran a continuación:

  • Construcción: sólidos en suspensión, metales, pH.
  • Minería: sólidos en suspensión, metales pesados, materia orgánica, pH, cian
  • Energía: calor, hidrocarburos y productos químicos.
  • Textil y piel: cromo, taninos, tensoactivos, sulfuros, colorantes, grasas, disolventes orgánicos, ácidos acético y fórmico, sólidos en suspensión.

  • Automoción: aceites lubricantes, pinturas y aguas residuales.
  • Navales: petróleo, productos químicos, disolventes y pigmentos.
  • Siderurgia: cascarillas, aceites, metales disueltos, emulsiones, sosas y ácidos.
  • Química inorgánica: Hg, P, fluoruros, cianuros, amoniaco, nitritos, ácido sulfhídrico, F, Mn, Mo, Pb, Ag, Se, Zn y los compuestos de todos ellos.
  • Química orgánica: organohalogenados, organosilícicos, compuestos cancerígenos y otros que afectan el balance de oxígeno.
  • Fertilizantes: nitratos y fosfatos.
  • Pasta y papel: sólidos en suspensión y otros que afectan el balance de oxígeno.
  • Plaguicidas: organohalogenados, organofosforados, compuestos cancerígenos, biocidas.
  • Fibras químicas: aceites minerales y otros que afectan el balance de oxígeno.
  • Pinturas, barnices y tintas: compuestos organoestánnicos, compuestos de Zn, Cr, Se, Mo, Ti, Sn, Ba, Co.

 Efectos por descargas industriales no permitidas

Las aguas residuales de la muestra se distinguen por contener gran variedad de sustancias tóxicas, ya sea en forma disuelta o suspendida. Tal contenido condiciona el uso de las aguas y determina el impacto sobre el medio ambiente cuando son vertidas sin tratamiento en un cuerpo de agua. Las industrias que aportan la mayor cantidad de aguas residuales de este tipo son las de aluminio, automotriz, fertilizantes, lácteos, cemento, concretos, metalúrgicas, plásticos, acero y textil. Toda esa gama de industrias opera en los corredores industriales de la ciudad de Puebla y los municipios conurbados. Los ríos y cauces tributarios de la cuenca son contaminados y finalmente conducidos hacia el río Atoyac y a la presa de Valsequillo, diseñada para alimentar el distrito de riego de Tecamachalco.

La Daphnia, conocida como pulga de agua, transmiten varias enfermedades gastrointestinales a los seres humanos. El Vibrio hace alianzas poderosas con el fierro, el cloruro, el cadmio y el cloroformo, elementos que se encontraron presentes en el agua analizada motivo de este breve informe. Cada familia de bacterias, microorganismos y parásitos tiene sus aliados y familias preferidas de elementos químicos con los que se unen para provocar una verdadera bomba que atenta contra la salud de los seres humanos y de muchas especies de fauna y flora presentes en el agua del río y sus afluentes.

Sumado a todo ello, los productos químicos que se utilizan para el tratamiento de aguas residuales están compuestos de sales metálicas (sulfato de aluminio, sulfato ferroso, cloruros, etc.), lo cual cierra el círculo vicioso de contaminación de la cuenca.

La turbiedad es proporcional a la cantidad de materia suspendida, por lo que a mayor turbidez mayor contenido de partículas en suspensión.

El olor es propio de la descomposición, y el de ácido sulfhídrico indica alguna alteración o malas condiciones sépticas; los desechos industriales producen olores químicos característicos.

Una de las principales causas de la contaminación orgánica son las proteínas, las cuales tienen un alto contenido en nitrógeno, y en algunos casos azufre, hierro y fósforo. Los principales puentes de nitrógeno responsables de la fetidez por descomposición son la urea y las proteínas.

La conductividad, en términos generales, es proporcional al contenido de materia disuelta o iones presentes, por lo que puede asegurarse que un agua residual de origen industrial presentará mayor conducción de la corriente eléctrica que la que puede encontrarse en las aguas de otro origen.

Los carbohidratos incluyen azúcares, almidones, celulosa y fibra de madera, caracterizados por estar formados a base de carbono, hidrógeno y oxígeno. La celulosa es el carbohidrato más importante encontrado en un desecho líquido, debido a su gran resistencia a la biodegradación.

Por lo que respecta a la toxicidad del agua, esta es provocada por los diferentes procesos utilizados en el ámbito industrial o comercial. Otra fuente de contaminación son los plaguicidas, que abarcan una amplia gama de sustancias tales como insecticidas, rodenticidas, herbicidas y fungicidas, compuestos todos que, sumados a las sustancias orgánicas y a una enorme variedad de productos químicos, están produciendo no solo una mezcla letal para la calidad del agua sino para toda la cadena de vida animal y vegetal ligada a ella.

Se detectó la presencia de metales pesados como aluminio, plomo, fierro y manganeso provenientes del proceso industrial en cantidades muy por encima de la norma.

Otros indicadores

El color, el olor, la turbiedad, la conductividad y la toxicidad son otros indicadores revisados en las muestras cuyos resultados se comentan aquí. El color de las aguas residuales objeto de este análisis es un gris característico que puede cambiar a negro por los procesos de descomposición, de ahí que se llame «aguas negras» a las descargas domiciliarias sin tratamiento. Más aún, el agua del río presenta diversas coloraciones, entre las que domina el azul residual del teñido de las mezclillas, además de otras que indican la presencia de residuos no solo de la industria textil, sino de, por ejemplo, las fábricas de cuero, el rastro municipal y rastros clandestinos que ni siquiera están identificados.

Alianzas peligrosas

Los técnicos y especialistas en el análisis de muestras de agua han investigado el efecto de los contaminantes en ella, especialmente de algunos metales pesados, así como las alteraciones de temperatura y pH, y han identificado lo que ellos llaman «alianzas perversas» entre algunos tipos de bacterias, microorganismos y parásitos, y los contaminantes mencionados.

La Daphnia, conocida como pulga de agua, transmiten varias enfermedades gastrointestinales a los seres humanos. El Vibrio hace alianzas poderosas con el fierro, el cloruro, el cadmio y el cloroformo, elementos que se encontraron presentes en el agua analizada motivo de este breve informe. Cada familia de bacterias, microorganismos y parásitos tiene sus aliados y familias preferidas de elementos químicos con los que se unen para provocar una verdadera bomba que atenta contra la salud de los seres humanos y de muchas especies de fauna y flora presentes en el agua del río y sus afluentes.

Un estudio de la UNAM estimó en 300 millones de dólares el monto —como cifra tentativa— para implementar una política pública poderosa para remediar la grave contaminación de la cuenca. Tal inversión se traduciría casi de manera inmediata en la disminución de los costos destinados al sector salud para remediar los daños a los que se hace referencia. Si se calcula un costo de 19 pesos por dólar, se estaría hablando de una inversión de 5,700 millones de pesos contra un gasto en salud de 50 mil millones de pesos.

Según estudios presentados por científicos y técnicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, el sector salud está gastando 50 mil millones de pesos anuales para atender a los habitantes de la cuenca alta del Balsas, y en particular del tramo de la Declaratoria Atoyac-Xochiaca, que presentan enfermedades relacionadas con la contaminación y con esta alianza perversa de bacterias y microorganismos que dañan gravemente su salud. Esto sucede de varias formas: las comunidades se abastecen de agua de pozos que no son en realidad agua potable, el ganado y las aves beben agua directamente del río y luego entran en contacto con las personas o son parte de su dieta; finalmente, algunos insectos transmiten a la población enfermedades a través de picaduras.

Un estudio de la UNAM estimó en 300 millones de dólares el monto —como cifra tentativa— para implementar una política pública poderosa para remediar la grave contaminación de la cuenca. Tal inversión se traduciría casi de manera inmediata en la disminución de los costos destinados al sector salud para remediar los daños a los que se hace referencia. Si se calcula un costo de 19 pesos por dólar, se estaría hablando de una inversión de 5,700 millones de pesos contra un gasto en salud de 50 mil millones de pesos. Las cuentas a favor de la inversión en saneamiento son más que elocuentes. Sanear el río Rhin costó 20 mil millones de euros y llevo 20 años. Con recursos y una planeación estratégica virtuosa podría sanearse la cuenca y dejar de gastar miles de millones de pesos en remediar problemas de salud que podrían no sólo prevenirse, sino evitarse. El problema es encontrar la voluntad política para invertir en esfuerzos cuyo resultado se empezará a ver más allá de los periodos administrativos.

Conclusiones

Todos los datos recabados en los muestreos realizados en el río Atoyac los días 4 y 5 de diciembre de 2015 se analizaron con seriedad y se encontraron contaminantes en parámetros por encima de la norma. Las responsabilidades jurídicas relacionadas con tales resultados deberían ser motivo de otro documento.

Tu voz puede ayudar a salvar el Río Atoyac

Si observas descargas irregulares, contaminación o malos olores en el río o sus alrededores, repórtalo aquí.